viernes, 9 de enero de 2009

De lo onírico como realidad


Cuentan que cuando deseas que se cumpla algo que has soñado no debes contarlo a nadie. La bella duermiente, por ejemplo, confiaba en que tras haber soñado tres veces con su príncipe azul, el destino la llevaría hasta sus brazos. De las antiguas leyendas de alcoba a la reciente interpretación de los sueños de Freud han asediado la fe humana innumerables supersticiones relacionadas con el mundo onírico. Esa realidad paralela que en ocasiones se confunde sutilmente con el mundo de la vigilia. El día para nuestro lado consciente y la noche para el inconsciente y demás ideas cargadas de misticismo.

Pues sí, esta noche he tenido un sueño. Un sueño en el que aparecías tú. En caso contrario jamás te lo habría contado. Estábamos de viaje, juntos todos los antiguos amigos del colegio. Los pormenores de la visita no tienen importancia. Nos encontrábamos todos juntos, como si el paso del tiempo no hubiera distanciado nuestras vidas, como si hubiéramos vuelto siete años atrás. Sin embargo, ya no esperaba nada de ti. Nos habíamos convertido en amigos, sólo eso. Nuestra relación hacía tiempo que había dejado de ser una entrega incondicional para transformarse en un sencillo lazo gris.

De repente comprendí que aquello no podía ser real, que mi corazón se asfixiaba en mitad de una fantasía. Lo entendí en cuanto tus labios quisieron tocar los míos. Las situaciones más sorprendentes tan sólo están reservadas para cuando no podemos vivirlas conscientemente. Así me di cuenta de que aquel mundo se extinguiría al despertarme. Y sin embargo tuve curiosidad por mantener vivo ese sueño. Ahora que he despertado te hablo sobre lo que ocurrió anoche entre nosotros porque, a pesar de lo hermoso que resultaba, no quiero que se cumpla. Concédeme una realidad auténtica, la que vivo cada día al despedirme de ese mundo fantástico, ya que es lo único que se me está permitido alcanzar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ei, ya tengo fichado el blog ejej asi q lo leeré poco a poco y ya te iré poniendo comentarios.
Muchos besos.loreto

Anónimo dijo...

eres un ser peculiar, pero a la vez especial.

Anónimo dijo...

no todo lo que soñamos es una fantasia, en ocasiones puedes estar tan obsesionado con algo que no dejas de pensar en ello e incluso llegas a soñar con lo que mas deseas, ¿nunca te a pasado?
vale, tienes razon en que no todo es real pero hay cosas que se pueden hacer realidad si de verdad lo deseas no crees?