martes, 29 de septiembre de 2009

¿Será este amor para siempre?


Caminando por las afueras de la ciudad, un maestro iba conversando con su discípulo. Puesto que hacía ya tiempo que no habían parado a descansar, decidieron detenerse un instante para continuar la charla que traían entre manos:

- Maestro, ¿cómo puedo descubrir si el amor que he encontrado será para siempre?

- No te atormentes con ese tipo de preguntas. Vive el amor cada día con el convencimiento de que será auténtico, sincero y eterno. Si es cierto que lo era, solo el tiempo te lo podrá revelar.

- Pero, ¿cómo puedo actuar de ese modo sin haber alcanzado antes la seguridad de que este amor cumple todo lo que tú me has mencionado?

El maestro, indicando con su bastón un punto en el suelo, le preguntó:

- ¿Ves lo que señalo? ¿Es una piedra o un caracol?

- Desde donde me encuentro no puedo responder con seguridad, quizá si me aproximara un poco más...

- Tus ojos ven lo suficiente, tan solo les falta creer en aquello que ven.

- No lo sé, estoy confuso.

- Si ahora nos marchásemos y mañana regresases al mismo lugar en el que estás sentado, ¿lo sabrías?

- Supongo que sí. Si mañana ya no está ahí, sabré que era un caracol; de ser una piedra continuaría en el mismo sitio.

- Hagámoslo así.

Y se marcharon de aquel lugar.

Al día siguiente el muchacho regresó, impaciente por desvelar el enigma que le reconcomía desde la tarde anterior. Le fue suficiente una mirada furtiva para romper a llorar. En un instante había comprendido que el amor y los caracoles no son, al fin y al cabo, cosas tan diferentes.

1 comentario:

Ocnebius dijo...

Preciosa y triste historia. ¿Quién no se ha hecho alguna vez esa pregunta? Vivamos el día a día, disfrutando de lo que tenemos AHORA. Como leí hace poco: "El pasado es sólido, el presente es líquido y el futuro es gaseoso".